Escrito: La coincidencia de extrañar.

Coincidir. Suele ser una expresión utilizada para explicar la "casualidad" con la que suceden las cosas en la vida, o incluso para entender lo grandioso que fue conocer alguien. En la vida coincidimos con un millón de cosas, buenas o malas, pero coincidencias... o eso creo.

Hace tiempo no sabían de mi, lo sé. pero encontrar las palabras precisas para lo que sientes no es tan fácil como parece. Y con esto aclaro, que no es fácil encontrarse. O coincidir con uno mismo. De hecho, por mas irónico que parezca, ni siquiera sé qué voy a plasmar hoy, pero como siempre, hay que dejarse llevar, ¿o no? 

Aún me cuesta volver a adaptarme a mi hogar, a mi país, a las nuevas cosas que este año trajo en mi vida, pero sigo descubriendo lo grandioso que es el amor de Dios porque mis papás siguen aquí, mi hermana está feliz , estoy estudiando lo que realmente me gusta y sigo reencontrarme conmigo misma todos los días. No puedo decir que no fue dichoso haber vuelto porque sí lo fue, pero no es dichosa la sensación de extrañar. 

Extrañar. Verbo utilizado para describir la sensación que tenemos al querer volver a lo que fue y ya no puede ser. Diría yo, la peor sensación del mundo porque es sentir que quieres volver algo, pero a la vez te quieres quedar quieta y disfrutar del "mejor momento de tu vida" porque sabes que igual lo vas a extrañar si no lo haces. Pero... ¿y si extrañar es la forma en la que el pasado coincide con nuestro presente y después con nuestro futuro? 

Todos aquí sabemos que mi vida es una montaña rusa de emociones, empezando porque ese querido,(pero muy difícil) amigo mío llamado miedo, no me deja en paz. Estoy literalmente en el mejor momento de mi vida y, aún así, no me permito disfrutarlo. El miedo quiere liderar toda mi vida, y qué difícil competencia se ha ganado con el amor. Ambos intentan encabezar mis decisiones, y aún no sé ni cuál es el ganador la mayoría de las veces. 

Si tuviera que juntar estas dos pequeñas, y muy ambiguas, definiciones, las juntaría en un solo nombre: Vida. Siempre estoy hablando de agradecer; de agradecer por los buenos momentos, por las buenas amistades, por el amor y el arte, pero también hablo todo el tiempo de la aceptación de los miedos... y mi último escrito hablaba, nada más y nada menos, que del amor. Y hoy, agregaremos algo más a la lista: La coincidencia de extrañar. 

Agradecer a mis papás por permitirme soñar y cumplir mis sueños todos los días, por coincidir el uno con el otro hace 30 años atrás. Quiero agradecer a mi hermana por demostrarme que el que quiere puede, por coincidir con ella misma todos los días; a mis amigos y amigas por siempre estar presentes y confiar en mí, por coincidir en la mismas cosas conmigo. Y a "mi amor", por simple y llanamente, coincidir conmigo. Podemos dar por hecho que la base de mi vida es agradecer, pero no podemos dar por hecho que yo no me siento triste y nostálgica por extrañar.

No sé si alguna vez han sentido que quieren volver a cómo eran, aunque no quisieran dejar de ser lo que son en ese momento. Es una sensación de querer cambiar, de querer levantarte al día siguiente con un aura diferente, con una actitud diferente, pero igual sabes que no es algo que suceda de la noche a la mañana. Entonces, decides esperar y tomarte tu tiempo. Un tiempo para ti.

Sacar tiempo para uno mismo es lo más sano que uno puede hacer en la vida. ¿Por qué? Porque el hecho de pasar tiempo contigo mismo, te regala la oportunidad de encontrarte, de perdonarte y de encontrar las respuestas que estás buscando dentro de tu vida. Sin embargo, muy poca gente intenta conocerse a sí misma. No entiendo por qué. 

Yo siempre he sido una persona que se preocupa mucho por su salud mental, pues es algo que es necesario para cuidar mi salud física. Sin embargo, yo sola soy la que se preocupa por eso, es decir, no me he puesto en la labor de buscar una base que me sirva de soporte para manejar mi salud mental, que muchas veces se me sale de las manos. Y cuando ya nosotros no podemos controlar nuestras cosas, debemos ser capaces de entender que tenemos que buscar ayuda. Esta ayuda está en todos lados, porque tenemos bases que aportan a nuestro bienestar, como lo son nuestros amigos o nuestras familias. 

En resumidas cuentas, esta es la manera más fácil para explicar la regla general de una vida feliz: No es dejar de lado los miedos, no es "dejar de pensar en...", no es no extrañar o aceptar que no se puede devolver el tiempo, porque no es solo vivir y ya. Es, en cambio, saber cómo vivir con miedos, con los pensamientos, extrañando y entendiendo que hay que agradecer por eso; es tener una MUY buena relación con uno mismo y, de la misma manera, coincidir con uno mismo, porque así, y solo así, descubriremos que extrañar es lo que nos hace levantarnos todos los días en busca de un vida feliz y tranquila y que, además, sin extrañar no podríamos luchar por ser mejores personas cada día.