Escrito: ¿Amiegos o Amiedos?
Salir de la zona de confort es algo que a todos nos da mucho miedo y sin embargo, siempre estamos buscando la manera para salir de ahí. El escrito de hoy lo quiero dedicar a mis miedos y a mis incertidumbres porque siento que se lo merecen, si no fuera por ellos, no me hubiera arriesgado a tomar tantas decisiones en mi vida que me han hecho cambiar mi manera de pensar.
Desde muy pequeña me han dicho que soy una persona ansiosa, por ende muy temerosa; me lo decían porque siempre estaba buscando qué hacer, nunca me quedaba quieta y comía a cada rato, pero la realidad es que eso no dignificaba que yo fuera ansiosa como tal. Cuando crecí comencé a darme cuenta que sufría de "ataques de ansiedad" que posteriormente se convertían en ataques de pánico y eso me asustaba aún más, yo creía que estaba loca. Pero gracias a varias personas y, en especial a un libro, me di cuenta que la mejor manera de quitar los miedos era haciéndolos mis amigos y no mis enemigos, y es por eso que hoy en día no me molesta decir que tengo miedo, así sea el más pequeñito de todos.
Los miedos se han convertido en una parte muy importante de mi, prácticamente se han convertido en mis salvadores y mis cómplices en todo momento. Por ejemplo, cuando supe que quería dedicarme al arte para siempre, tenía miedo de no ser lo suficientemente buena y eso me ayudó a ganar disciplina y entregarle mi corazón a todo lo que hacia. Hoy, viernes 19 de abril, tengo miedo de enfrentarme a lo que me espera el día de mañana y lo que me esperan estos próximos tres meses, pero estoy dispuesta a disfrutar cada minuto, cada momento y cada persona que Dios ponga en mi camino. Mañana emprendo una nueva aventura, una MUY nueva aventura... y tengo mucho miedo, pero no puedo darle el gusto de apoderarse de mi y de que me detenga a hacer cosas que quiero hacer, así que aquí públicamente, lo invito a venir conmigo y a acompañarme en este viaje para que me ayude a darme cuenta de las cosas que realmente quiero hacer y de los millones de sueños que tengo por cumplir.
No es nada fácil para mi irme, irme y dejar a mi familia, mi perro y mis amigos, pero desde muy pequeña supe que esto era lo que quería: Irme a conocer el mundo exterior y el mundo que está dentro de mi, con todos sus problemas y todas las batallas que tiene que luchar día a día. Las casualidades no existen y no es casualidad que hoy me levantara con ganas de escribir y de contarle al mundo lo que siento por medio de palabras y por la misma razón, no es casualidad que todos ustedes estén leyendo esto hoy. No es casualidad que la vida nos ponga en situaciones de incertidumbre o de preocupación, no es coincidencia que algo que queramos hacer nos dé miedo y mucho menos es coincidencia que queramos salir de nuestra zona de confort. La vida siempre sabe en qué momento debemos estar y cómo debemos manejar las cosas.
Es gracioso porque siempre estamos pensando en "¿Por qué no se me da esto como yo quiero?" o en "Tal vez esto no es para mi" o en "Tengo miedo, mejor me quedo aquí", pero nunca nos ponemos a pensar en si le estamos dando al universo las señales adecuadas para ayudarnos. No es solo decir "Quiero esto...", es también decir "Quiero esto porque... y lo voy a cumplir así...". El miedo es como la competencia de la vida, mas o menos. La vida nos pone cosas maravillosas todo el tiempo. El amor, por ejemplo, es algo que es indispensable y mágico, pero de pronto aparece el miedo y el amor pierde todo su encanto y ahí es cuando empezamos a sufrir. A eso me refiero con que son competencia, el miedo tiene ese piquiña de querer ser el que predomina sobre las cosas buenas que da la vida, pero depende de nosotros si lo dejamos o no. No me malinterpreten, no estoy diciendo que esté mal tener miedo, lo que estoy diciendo es que hay que hacerse amigo del miedo y hay que cambiarlo un poquito, en vez de convertirlo en algo trágico, hay que convertirlo en magia.
Nada de lo que nos está pasando en este momento, es algo que no podamos enfrentar. Todo está en nuestras manos y depende de nosotros salir adelante o no. Vuelvo y repito, no es casualidad que tengamos miedo a algo, por algo será. Y ese algo lo tenemos que descubrir, y se descubre haciéndonos amigos de ese miedo. Mañana dejo atrás mi vida entera, literalmente, pero me sumerjo en una experiencia nueva y maravillosa, llena de amigos y llena de sueños, llena de magia, de amor a la vida y llena de miedos. Sé que todo va a salir muy bien y que dentro de tres meses llegará una persona diferente pero con igual esencia, llegará una persona que podrá decir una vez más: "Tenía mucho miedo y me quise detener, pero luché y luché hasta el final y hoy tengo un montón de amigos nuevos."
Desde muy pequeña me han dicho que soy una persona ansiosa, por ende muy temerosa; me lo decían porque siempre estaba buscando qué hacer, nunca me quedaba quieta y comía a cada rato, pero la realidad es que eso no dignificaba que yo fuera ansiosa como tal. Cuando crecí comencé a darme cuenta que sufría de "ataques de ansiedad" que posteriormente se convertían en ataques de pánico y eso me asustaba aún más, yo creía que estaba loca. Pero gracias a varias personas y, en especial a un libro, me di cuenta que la mejor manera de quitar los miedos era haciéndolos mis amigos y no mis enemigos, y es por eso que hoy en día no me molesta decir que tengo miedo, así sea el más pequeñito de todos.
Los miedos se han convertido en una parte muy importante de mi, prácticamente se han convertido en mis salvadores y mis cómplices en todo momento. Por ejemplo, cuando supe que quería dedicarme al arte para siempre, tenía miedo de no ser lo suficientemente buena y eso me ayudó a ganar disciplina y entregarle mi corazón a todo lo que hacia. Hoy, viernes 19 de abril, tengo miedo de enfrentarme a lo que me espera el día de mañana y lo que me esperan estos próximos tres meses, pero estoy dispuesta a disfrutar cada minuto, cada momento y cada persona que Dios ponga en mi camino. Mañana emprendo una nueva aventura, una MUY nueva aventura... y tengo mucho miedo, pero no puedo darle el gusto de apoderarse de mi y de que me detenga a hacer cosas que quiero hacer, así que aquí públicamente, lo invito a venir conmigo y a acompañarme en este viaje para que me ayude a darme cuenta de las cosas que realmente quiero hacer y de los millones de sueños que tengo por cumplir.
No es nada fácil para mi irme, irme y dejar a mi familia, mi perro y mis amigos, pero desde muy pequeña supe que esto era lo que quería: Irme a conocer el mundo exterior y el mundo que está dentro de mi, con todos sus problemas y todas las batallas que tiene que luchar día a día. Las casualidades no existen y no es casualidad que hoy me levantara con ganas de escribir y de contarle al mundo lo que siento por medio de palabras y por la misma razón, no es casualidad que todos ustedes estén leyendo esto hoy. No es casualidad que la vida nos ponga en situaciones de incertidumbre o de preocupación, no es coincidencia que algo que queramos hacer nos dé miedo y mucho menos es coincidencia que queramos salir de nuestra zona de confort. La vida siempre sabe en qué momento debemos estar y cómo debemos manejar las cosas.
Es gracioso porque siempre estamos pensando en "¿Por qué no se me da esto como yo quiero?" o en "Tal vez esto no es para mi" o en "Tengo miedo, mejor me quedo aquí", pero nunca nos ponemos a pensar en si le estamos dando al universo las señales adecuadas para ayudarnos. No es solo decir "Quiero esto...", es también decir "Quiero esto porque... y lo voy a cumplir así...". El miedo es como la competencia de la vida, mas o menos. La vida nos pone cosas maravillosas todo el tiempo. El amor, por ejemplo, es algo que es indispensable y mágico, pero de pronto aparece el miedo y el amor pierde todo su encanto y ahí es cuando empezamos a sufrir. A eso me refiero con que son competencia, el miedo tiene ese piquiña de querer ser el que predomina sobre las cosas buenas que da la vida, pero depende de nosotros si lo dejamos o no. No me malinterpreten, no estoy diciendo que esté mal tener miedo, lo que estoy diciendo es que hay que hacerse amigo del miedo y hay que cambiarlo un poquito, en vez de convertirlo en algo trágico, hay que convertirlo en magia.
Nada de lo que nos está pasando en este momento, es algo que no podamos enfrentar. Todo está en nuestras manos y depende de nosotros salir adelante o no. Vuelvo y repito, no es casualidad que tengamos miedo a algo, por algo será. Y ese algo lo tenemos que descubrir, y se descubre haciéndonos amigos de ese miedo. Mañana dejo atrás mi vida entera, literalmente, pero me sumerjo en una experiencia nueva y maravillosa, llena de amigos y llena de sueños, llena de magia, de amor a la vida y llena de miedos. Sé que todo va a salir muy bien y que dentro de tres meses llegará una persona diferente pero con igual esencia, llegará una persona que podrá decir una vez más: "Tenía mucho miedo y me quise detener, pero luché y luché hasta el final y hoy tengo un montón de amigos nuevos."
hermosa mia. Te amo!!
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