Escrito: La maldición del amor.
Sin consecuencias, sin dolor, sin temor, sin tapujos.
Amar, amar y amar.
¿Cuántas veces no nos arriesgamos a probar?
"¿Y si no es así...?", que vergüenza de oración.
No me atrevo a atreverme, no me atrevo a temer...
Ni a amar,
Ni a llorar,
En fin, no me atrevo a sentir.
¿Cuándo podré detener este dolor?
Ah, claro. Cuando...
No, no me atrevo a aceptarlo.
¡Qué incertidumbre la que acabo de enfrentar!
Te quiero.
Te quiero fuera.
Te quiero dentro.
Te quiero aquí...
O allá.
No es justo el dolor.
No es justo el amor.
¿Y el temor? ¿Es este justo?
¡No!, ¿o si? Pues son amigos.
¿O no?
La desesperación acompaña nuestras miradas.
Pero, ¿dónde se encontrarán?
Tal vez en la luna...
O en lo más profundo del mar.
No soy capaz de seguir
Porque me da miedo
Pero, te escucho reír
Y se me acaba el aliento...
¡Qué largo este escrito!
Igual que el temor,
Ese que siento
Cuando me preocupa el amor.
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